Participación política
-
17 de abril de 2023 –Política de Tres Cantos

Es frecuente oír expresiones como yo paso de política o soy apolítico. Seguro que también lo habéis oído e incluso alguno de los que estáis leyendo esto os definís así. Pues tengo malas no?cias, es imposible ser apolítico. Defender la existencia de una sanidad pública de calidad o por el contrario la sanidad privada, es una opinión política. Permitir el fútbol o no, es política. Criticar el alto precio de la electricidad o de los macarrones es política. Apoyar que se pueda pasear libremente por la calle o no, es política y así hasta el infinito. Todo es política.
Si partimos de una definición sencilla de política tal como el área de lo social que define y articula metas de obligado cumplimiento podemos ver que el quid está en lo de “obligado”. Dado que formamos parte de una sociedad organizada bajo reglas, independientemente que las acatemos voluntariamente o no, ya estamos inmersos en una sociedad política y salvo alguien con una apatía extrema tanto por lo propio como por lo ajeno, tiene posiciones políticas. Otra cosa diferente será que estemos desencantados, defraudados y que no nos guste ningún político o partido, el famoso no nos representan. Dicho de otro modo, se puede tener indiferencia hacia la política y dejarse arrastrar por ella pero ningún individuo puede pensarse por fuera de ella. Sin olvidar que hay muchos, muchos pero que muchísimos intereses en alejar al ciudadano de la participación política para que los que queden puedan mangonear más fácilmente.
Una participación que no es otra cosa que cualquier acción realizada por un ciudadano con la finalidad legítima de incidir en una u otra medida en los asuntos públicos. Que además, no olvidemos, es un derecho constitucional. La participación nos empodera desarrollando mayor conciencia grupal. No estoy diciendo que sea fácil y frecuentemente puede producir cierta desilusión al comprobar que nuestros esfuerzos no han tenido los resultados que esperábamos, pero es nuestra única posibilidad de intervenir en el modelado social y no ser meros dummies.
Y ahora, partiendo de esto, viene lo interesante. Si, nos guste o no, la política condiciona absolutamente nuestras vidas, ¿tiene sentido intentar comportarse cómo apolítico?. Por el contrario, ¿no tendría más sentido implicarse activamente en la política para modelar la sociedad según nuestro criterio?. A mi parecer, esto último es más consecuente y las formas de llevarlo a cabo son muchas. Desde la participación en alguna organización política, social, activismo sin filiación, a través de medios o redes sociales, etc. Lo importante no es el cómo sino que se participe. Si los ciudadanos participarais más en política, da igual en qué sentido, muchos de los problemas actuales se resolverían fácilmente. Así que ánimo, paso al frente y a participar.