Después de un merecido descanso estival, Tres Cantos se prepara para dar la bienvenida a la vuelta al curso escolar. Las calles, que durante el verano se llenaron de fiestas y gente en bañador y chanclas, ahora se ven inundadas de un aire distinto, cargado de emoción y nuevas oportunidades.
La vuelta de vacaciones siempre es un momento agridulce. Por un lado, despedimos el tiempo libre, los días de playa y las tardes-noches interminables de diversión. Pero por otro, damos la bienvenida a la rutina, a los reencuentros con amigos y compañeros, y a la oportunidad de aprender y crecer.
Los niños, con sus mochilas llenas de ilusiones y expectativas, regresan a las aulas. La vuelta al cole es un momento clave en sus vidas, donde se reencuentran con sus amigos y profesores, y se sumergen en el apasionante mundo del conocimiento. Las aulas se llenan de risas, de historias de verano y de nuevas metas por alcanzar. Es un momento de adaptación, de reencontrarse con la disciplina y la responsabilidad, pero también de descubrir nuevas pasiones y habilidades.
Pero la vuelta al curso escolar no solo implica el regreso de los niños a las aulas, sino también la vuelta a la vida política de la ciudad. La población tricantina se prepara para retomar su actividad política después de un periodo de descanso tras las elecciones del pasado mes de mayo. Los ciudadanos vuelven a estar atentos a las decisiones que se toman en el ayuntamiento, la mayoría de ellos contentos, otros, cual cola de lagartija, intentan confundir a la muchedumbre sin mucho éxito.
En este regreso a la vida política, es importante recordar que la educación es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad. Se trabaja para mejorar la calidad de la enseñanza, para ofrecer a los niños y jóvenes las herramientas necesarias para su desarrollo personal y profesional.
La vuelta al curso escolar y político en Tres Cantos es un momento lleno de cambios y emociones. Los nuevos alumnos esperan expectantes sus primeros recreos, sus primeros plenos, quieren ver si serán capaces de demostrar a sus votantes porqué están ahí.
Mientras tanto, en la nación se está más preocupado de ver quien finalmente consigue hacer su cubo de rubik. Mientras tanto, en la nación lanzan cortinas de humo y fuegos de artificio para que no seamos conscientes de lo que de verdad se cocina en los fogones. Mientras tanto, en la nación las madres se encierran en las iglesias para defender al hijo indefendible, hijo que ha cometido mayores pecados que el que le ha defenestrado y este le ha enterrado. Pero, al igual que en la nación, aquí vivimos las mismas situaciones con familias que mienten para justificar sus invenciones, sus protagonismos y lo indefendible. Pobres miserables, el infierno les espera.
