Skip to main content

Y ahora una guerra… ¿Qué va a ser los siguiente?

  • 11 de marzo de 2022 –
    Psicología de Tres Cantos, Salud de Tres Cantos

En los últimos tiempos estamos viviendo una serie de acontecimientos históricos que podrían pertenecer más a una película de ciencia ficción que a la realidad. Primero viene una pandemia que nos obliga a confinarnos en casa durante meses y vemos escenas de ciudades desiertas que parecen sacadas del cine. Sin tiempo de recuperarnos, una gran nevada nos vuelve a dejar “helados” y a no dar crédito a lo que ven nuestros ojos. Luego le da por entrar en erupción a un volcán y dejar a miles de personas sin su hogar, y ahora, a pocos miles de kilómetros de nuestra casa, estalla una guerra, no en un país lejano, en Europa, y a esto se le añade la amenaza de una tercera guerra mundial, una guerra atómica, el fin del mundo… Ante este escenario, ¿qué más puede pasar?, ¿tendremos una invasión extraterrestre?, visto lo visto, ¿por qué no va a ser posible?

Seguramente mientras ha estado leyendo estas líneas, mientras recuerda todo lo sucedido y va mentalmente respondiendo a las preguntas, su nivel de activación haya aumentado. Puede que su corazón esté latiendo más rápido, tenga una sensación de malestar en el pecho, esté apretando la mandíbula, y le invada una ya conocida sensación de temor y alarma. 

Esta respuesta está siendo muy frecuente en una gran mayoría de personas. Si a estos acontecimientos le añadimos dificultades personales de tipo económico, sentimental o de salud, el estado de alerta será aún mayor. Vemos que los mecanismos que antes podíamos utilizar para combatir este tipo de preocupaciones y amenazas cada vez nos sirven menos. Pero ¿por qué nos está pasando esto? ¿Por qué entramos en ese bucle de preocupación?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la incertidumbre es la emoción que peor maneja el ser humano, hemos crecido con el método “problema-solución”, estamos, o estábamos, muy acostumbrados a poder tener bajo control la mayoría de las dificultades que se nos presentaban en el día a día. Esta capacidad resolutiva, si bien nos ha ayudado, en muchos casos ha podido hacernos vulnerables a situaciones en las que no podemos hacer nada. Los diferentes acontecimientos vividos en los últimos años y las graves consecuencias que ha tenido para los pilares de la seguridad humana, salud, vivienda, economía, trabajo, relaciones personales, etc., está pasando factura a nuestra sensación de seguridad. Esto se ve en las consultas de los psicólogos, llenas de cuadros de ansiedad y depresivos en personas que, sin embargo, antes no presentaban ninguna patología.

Este estado de preocupación hay que decir que es algo normal, independientemente de que los citados acontecimientos nos hayan afectado de forma directa o no, la propia capacidad del ser humano hace que el dolor de los demás nos afecte. El problema está en que, si bien la preocupación puede resultar útil para buscar soluciones, cuando las soluciones no están en nuestra mano, podemos entrar en un bucle de pensamiento muy negativo lleno de “Y sis”, que llegue incluso a paralizarnos de miedo.

Para intentar no caer en este estado, no se trata de no pensar o decir “no pasa nada”, eso seguramente ya lo ha intentado y le haya resultado inútil. Es importante que nos podamos centrar en lo que realmente podemos hacer en el presente y como mucho en un futuro a corto plazo. La preocupación es un pensamiento dirigido a planificar y a actuar, por eso resulta útil y necesario sólo cuando está en nuestra mano esa posibilidad de actuación.

Para conseguir gestionar la ansiedad ante la terrible guerra de Ucrania, podemos intentar ver en qué medida puedo colaborar con ONGs, cómo puedo apoyar a conocidos que se estén viendo afectados por el conflicto armado, etc… Quedarnos como espectadores, con una sobreexposición a las noticias sólo aumentará nuestro estado de ansiedad y parálisis. Buscar la acción frente al pensamiento circular nos ayudará a nosotros y seguramente pueda también servir de ayuda a las personas que más lo necesitan. Es decir, intentemos convertir el miedo en motor para pasar de la parálisis a la acción.


Compartir Artículo

Banner Carrefour
Banner inquietudhosting.com

Noticias Relacionadas