El cambio de hora hoy 27 de octubre, puede alterar el sueño y la productividad. Expertos recomiendan estrategias para minimizar sus efectos.
La madrugada de hoy domingo 27 de octubre se realizó el cambio al horario de invierno en España, una práctica anual que genera ajustes en nuestras rutinas de sueño, alimentación y actividad diaria. A las 03:00 horas, el reloj se retrasará una hora, siendo las 02:00, lo que muchos describen como una especie de «jet-lag«. Aunque el cambio horario en invierno suele ser más fácil de asimilar que el de verano, los efectos en el bienestar y la productividad de las personas son significativos.
Efectos del cambio de hora en el sueño y el rendimiento
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el cambio de hora puede causar síntomas como cansancio, somnolencia, falta de concentración, irritabilidad, y, en casos más severos, cefaleas o migrañas. Estos síntomas no solo afectan a nivel personal, sino también en el entorno laboral, donde la productividad puede verse afectada por el desajuste del reloj biológico.
Los trastornos del sueño son particularmente preocupantes, ya que casi la mitad de la población adulta en España y el 25% de los niños no disfrutan de un sueño reparador. Durante el sueño, el cuerpo realiza procesos importantes para la salud, como la regulación del apetito y la producción de hormonas. La falta de sueño de calidad puede tener un impacto negativo en el sistema inmunológico y en la salud mental, aumentando la probabilidad de estrés, ansiedad y problemas de concentración.
Consejos para adaptarse al horario de invierno
Para reducir los efectos del cambio horario, los especialistas recomiendan ciertos hábitos. La exposición a la luz natural, especialmente por la mañana, es clave para la regulación del ritmo circadiano. Un paseo de 30 minutos después de despertarse puede ser efectivo para ajustarse al nuevo horario y reducir la sensación de somnolencia.
Otras recomendaciones incluyen evitar las pantallas antes de dormir y cuidar el ambiente del dormitorio, prestando atención a factores como la oscuridad, la temperatura y el ruido. También es aconsejable adaptar gradualmente la hora de ir a la cama, adelantándola entre 10 y 15 minutos cada día, hasta estabilizarse en el nuevo horario.
Llevar una dieta equilibrada y mantener horarios regulares de comida y actividad física son otras medidas que ayudan al cuerpo a adaptarse al cambio. En particular, es importante evitar las comidas copiosas al menos dos horas antes de acostarse para favorecer un descanso óptimo.
La importancia de priorizar el sueño
Mejorar el descanso tiene que ser una prioridad, porque el sueño es esencial para la salud. Los efectos negativos del cambio de hora pueden mitigarse con buenos hábitos de sueño y, si los problemas persisten, se recomienda acudir a un especialista. Priorizar el descanso no solo mejora el bienestar individual, sino también la productividad y calidad de vida en general.
Con estos consejos y una correcta preparación, el cambio al horario de invierno puede ser menos impactante y contribuir a una mejor salud general en la adaptación de las rutinas diarias.