Como muchos vecinos habrán observado, se han instalado en Tres Cantos diversos puntos de alimentación para diferentes colonias de gatos controladas.
Pero son mucho más que eso.
Estos puntos de alimentación son parte de un proceso mucho más amplio orientado a mantener controlada la población de felinos en la calle y su condición sanitaria.
Comienza con la captura de animales, su esterilización y posterior suelta (con la excepción de aquellos que resultan adoptados, principalmente animales muy jóvenes). Esto mantiene contenida a una población que sin ello aumentaría de un modo desproporcionado, sin poder hacer mucho para resolver el problema a posteriori.
Los puntos de comida, que siempre están controlados por una persona responsable, facilitan no sólo las capturas, sino también controlar el estado sanitario de la colonia, con lo que si se observan animales enfermos se pueden volver a capturar para su tratamiento.
Estos puntos no son centros de concentración de felinos, de hecho, estos normalmente acuden, se alimentan y se van. Y esto ocurre principalmente cuando no hay personas en el entorno. Un gato extremadamente hambriento tratara por todos los medios de alimentarse recurriendo a lo que sea, invadiendo jardines y buscando en la basura. Un gato alimentado es huidizo por naturaleza.
Algunas personas sienten atracción por los animales, y otras rechazo. Estos puntos no imponen su presencia ni atraen animales que no estuvieran ya por la zona.
Tengamos un interés mayor o menor por el bienestar de los animales, las personas que se encargan de controlar la población felina mediante la captura, esterilización y suelta (siempre de forma voluntaria y en colaboración con las autoridades) son las mismas que cuidan de su bienestar de una forma transparente y tienen la atención a las preocupaciones de los vecinos a este respecto como uno de sus objetivos fundamentales.
Seguro que muchos hemos pensado en otras soluciones alternativas para esta situación (que, gracias al control, no es un problema en ningún caso) pero lo cierto es que las únicas viables son las compatibles con nuestra realidad. Evitar actuaciones con las soluciones disponibles con la excusa de soñar con utopías, lleva a un descontrol de la población felina que no ayuda a nadie.
A veces se ha manifestado preocupación a que los gatos pueden ser portadores de enfermedades. Las medidas para evitar este riesgo son sencillas: no manipular con las manos desnudas excrementos encontrados en la calle, y si se hace esto o, de forma voluntaria un vecino decide tocar a un gato particularmente sociable (el gato por si mismo nunca va a acercarse a una persona que no busque dicho contacto), la medida sanitaria obvia de lavarse las manos soluciona el problema potencial. De hecho, las inmediaciones de un punto donde se alimentan felinos son precisamente las zonas en las que es menos probable que estos dejen sus excrementos.
Toda esta actividad se realiza dentro de las leyes y ordenanzas vigentes con la plena colaboración del Ayuntamiento.
Por este motivo les rogamos respeten estos puntos oficiales de alimentación y, si tienen alguna queja al respecto, se la hagan llegar al propio Ayuntamiento y no actúen de forma unilateral.
Muchas gracias vecin@s por vuestra colaboración.
Asociación Protectora Felina de Tres Cantos
Nota del editor: Las opiniones expresadas en la presente publicación son las de sus autores. Press Norte no comparte necesariamente las opiniones reflejadas y por tanto no se hace responsable de ellas.