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¿Es malo sentirse mal?

  • 19 de mayo de 2023 –
    Psicología de Tres Cantos, Salud de Tres Cantos

Las emociones son una parte fundamental de nuestra experiencia humana. Desde la alegría hasta la tristeza, las emociones nos ayudan a interpretar el mundo que nos rodea y a tomar decisiones importantes. Sin embargo, las emociones negativas a menudo tienen mala reputación y se consideran algo que debemos evitar. Sin embargo, las emociones negativas tienen una función adaptativa importante y es necesario aprender a manejarlas en lugar de suprimirlas.

Por ejemplo, el miedo nos ayuda a estar alerta y a evitar situaciones peligrosas o a tomar precauciones para protegernos; la tristeza nos ayuda a procesar la pérdida y la ira nos ayuda a establecer límites y proteger nuestros derechos. Cuando experimentamos emociones negativas, nuestro cerebro se enfoca en la situación y busca una solución para resolverla. Esta capacidad nos ayuda a aprender de experiencias negativas y a evitar futuros errores o situaciones desagradables.

Por esto, aunque lo pasemos mal, aunque nos resulten en ocasiones muy desagradables, las emociones negativas nos pueden ayudar a adaptarnos a nuestro entorno y a sobrevivir en situaciones dfíciles.

Pero es cierto que en muchas ocasiones, por presión social, por aprendizaje o por temor al sufrimiento, acabamos buscando suprimir estas emociones negativas, y esto puede tener efectos en nuestra salud mental y Psica. La supresión de emociones puede llevar a la ansiedad, la depresión y otros problemas emocionales. También puede tener efectos Psicos, como problemas digestivos, dolores de cabeza y fatiga. Además, puede ser agotador emocionalmente mantener una fachada feliz y alegre todo el tiempo, lo que puede llevar a la falta de autenticidad y una falta de conexión emocional con los demás. En lugar de suprimir las emociones negativas, es importante aprender a manejarlas, es decir, gestionarlas, de manera saludable.

Un primer paso para empezar a manejar estas emociones negativas es aprender a reconocerlas y aceptarlas. La aceptación de nuestras emociones negativas no significa que debamos permitir que nos controlen o que actuemos de manera impulsiva, eso sería más “abandonarse” ante ellas. Aceptarlas tiene más que ver con la validación, es decir, reconocer que nuestras emociones son válidas y que tenemos derecho a sentirlas.

Algunas formas de manejar las emociones negativas pueden ser por ejemplo hablar con alguien de confianza, hacer ejercicio o meditar. La meditación o atención plena puede ayudarnos a desarrollar la capacidad de observar nuestras emociones sin juzgarlas o reaccionar a ellas de manera impulsiva. Si estos métodos no nos funcionan, la ayuda de un profesional de la psicología puede resultar muy útil en este proceso.

Aprender a manejar nuestras emociones negativas puede ayudarnos a desarrollar habilidades importantes.


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