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Morir de celos

  • 11 de octubre de 2023 –
    Psicología de Tres Cantos, Salud de Tres Cantos

Por Victoria Trabazo

Los celos patológicos, también conocidos como celos enfermizos o celos obsesivos, son una forma extremadamente intensa y destructiva de celos que van más allá de los sentimientos normales de inseguridad en una relación. Estos celos se caracterizan por una obsesión irracional y paranoica de que la pareja está siendo infiel o traicionando de alguna manera.

Las personas que padecen celos patológicos pueden presentar una serie de síntomas, como son la constante necesidad de vigilancia y control sobre la pareja, la sospecha constante de infidelidad sin evidencia sólida, la tendencia a interpretar de manera negativa las acciones y palabras de la pareja, y una intensa ansiedad y angustia emocional.

Los celos patológicos además de tener un impacto devastador en una relación y en la persona que los sufre, también suelen afectar de forma muy negativa a la pareja que está siendo objeto de sospechas constantes. Así, puede sentirse invadida, atrapada y resentida. La falta de confianza y el control excesivo pueden erosionar la intimidad y la conexión emocional. Esto puede llevar a la distancia emocional y, en última instancia, al deterioro de la relación, llegando en casos más graves a la ruptura.

En ocasiones, la primera actitud de la pareja que es víctima de la sospecha proporcionando datos exhaustivos para calmar los celos, acaba volviéndose en su contra ya que la persona celosa seguirá desconfiando e insistiendo, y podrá interpretar el que no le cuente nada más, no como una señal de que no hay nada que contar, sino de que se le está escondiendo algo.

Estos celos pueden surgir debido a traumas pasados, inseguridad personal o problemas de autoestima. Las experiencias pasadas de traición o abandono pueden alimentar estos sentimientos de desconfianza y temor. Otro de los factores que influyen en la aparición y posterior intensidad de estos celos es el consumo de determinadas sustancias como pueden ser el alcohol, el cannabis o la cocaína entre otros.

Las redes sociales y la tecnología moderna también pueden agravar los celos patológicos, ya que permiten el acceso constante a la vida de la pareja, lo que puede intensificar la obsesión.

Para abordar los celos patológicos, es necesario buscar ayuda profesional. La terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a identificar y abordar las creencias y pensamientos irracionales que sustentan los celos a la vez que proporciona estrategias para mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo. En los casos en los que detrás de los celos hay un trauma de traición, la terapia EMDR puede resultar de gran efectividad. En los casos de mayor intensidad habrá que valorar la necesidad de seguir además un tratamiento farmacológico como apoyo a la psicoterapia.

 Los celos patológicos son un problema serio que requiere atención y tratamiento. Ignorarlos puede llevar a la destrucción de la relación y a un deterioro significativo de la salud mental. La búsqueda de ayuda profesional y el esfuerzo conjunto de la pareja son pasos importantes hacia la superación de este desafío emocional.


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