Esta madrugada, la de hoy sábado 26 de octubre a mañana domingo 27, todos los países de la Unión Europea (UE) ajustarán sus relojes para adaptarse al horario de invierno. En España, este cambio implica retrasar el reloj una hora, cuando a las 03:00 volverán a ser las 02:00. Con esta medida, se busca aprovechar más la luz natural y reducir el consumo de energía, a pesar de los efectos que puede tener en la salud de las personas.
El cambio de hora, que ocurre anualmente el último fin de semana de octubre en España, busca optimizar el uso de las horas de sol, lo que conlleva un ahorro energético considerable. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ajuste horario permite a cada hogar ahorrar aproximadamente seis euros al año. Si se multiplica por los 24 millones de hogares en España, se alcanza un ahorro total de 144 millones de euros anuales en todo el país.
Aunque el cambio de horario se justifica en términos de ahorro energético, el impacto en la salud es una preocupación recurrente. Tras el ajuste, es habitual experimentar alteraciones en los ciclos de sueño y en los hábitos alimenticios, lo que puede derivar en dificultades para conciliar el sueño, irritabilidad o falta de concentración. Estos efectos pueden tardar hasta dos semanas en desaparecer, afectando el rendimiento diario de muchas personas.
El debate sobre la abolición del cambio de hora ha sido recurrente en Europa. En 2019, la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de horario, pero la decisión quedó en pausa. En España, el Gobierno nombró un comité de expertos para estudiar la posibilidad de mantener un horario fijo, pero la medida sigue sin resolverse.
Por ahora, la transición al horario de invierno es una realidad que afectará a todos los ciudadanos de la UE este fin de semana.
