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El duelo, un dolor inevitable

  • 16 de febrero de 2023 –
    Psicología de Tres Cantos, Salud de Tres Cantos

Victoria Trabazo

Quizás no haya mayor dolor que la muerte de un ser querido, y los que hayan pasado por una pérdida seguramente estén de acuerdo.

El dolor ante la muerte es inevitable. Hay autores que señalan que el duelo puede durar unos 3 meses y otros que se extiende a un año o dos. Lo cierto es que el proceso de duelo es algo muy personal y depende de cada persona.

Los síntomas en un duelo normal pueden ser muy variados, y pueden ir desde los emocionales hasta los físicos.

Normalmente hablamos de 5 etapas por las que pasa una persona en el duelo:

La etapa de la negación: la persona aparta el dolor inicial que le supone la muerte como mecanismo de defensa, pero tarde o temprano chocará con la realidad de la pérdida y tendrá que iniciar el proceso de aceptación.

La etapa de la Ira: es normal que se sienta rabia e ira ante lo ocurrido. En ocasiones también se proyecta esta rabia ante posibles culpables o responsables de la muerte, tengan éstos culpa o no.

La etapa de la negociación: el pensamiento de la persona se empieza a centrar en preguntas como ¿qué habría pasado si…?, o ¿si no hubiese hecho…? Es un intento de cambiar lo sucedido, aunque sea sólo en nuestro pensamiento.

La etapa de la depresión: la tristeza y el sentimiento de vacío inunda a la persona y puede desaparecer incluso la ilusión por seguir viviendo. No se trata de una depresión clínica pero sí es necesario vigilar para evitar que la persona se quede anclada en esta etapa.

Etapa de la aceptación: cuando la persona acepta la pérdida y consiguen continuar con su vida. El dolor no desaparece, pero sí aprende a convivir con él. Progresivamente irá recuperando la capacidad para experimentar placer y alegría.

A pesar de haber consenso en las diferentes etapas del duelo, no todas las personas pasan por todas las etapas ni lo hacen en el orden descrito. 

La expresión de la emoción es necesaria para que no se quede “atascada” y se convierta en un futuro en síntomas físicos o se complique el duelo con un cuadro depresivo. La expresión del sentimiento puede ser con llanto o no, hay personas que prefieren expresar el dolor por ejemplo escribiendo, pintando, etc.

El duelo siempre va a implicar dolor, pero también es una oportunidad de crecimiento. Ante la muerte de un ser querido una persona puede tocar fondo, y desde ese fondo puede conectar con una visión más profunda de la vida, aumentar su empatía, aprender a relativizar, y aumentar su sensibilidad ante otras situaciones.

Si está pasando por un proceso de duelo y ve que no evoluciona o hace tiempo de la pérdida y sigue con un fuerte sentimiento de dolor y vacío, no dude en acudir a un profesional. Desde la psicología ayudamos a las personas a afrontar estas dificultades y poder superar el dolor. 


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