Victoria Trabazo –
Cuando hablamos de vacaciones lo que nos viene a la cabeza es la palabra descanso, pero si hay algo importante en las vacaciones, sobre todo en las vacaciones de verano, es poder desconectar. Si bien el descanso físico es importante, el descanso mental, después de largos meses de trabajo, es imprescindible.
Muchas veces nos tomamos unos días de descanso para querer desconectar, pero sin embargo al final estamos todo el rato pendiente del correo electrónico, de llamadas inesperadas o incluso, si no tenemos interrupciones, es nuestra mente la que se ocupa de recordarnos todo lo que está pendiente y todo lo que tenemos que hacer cuando volvamos a nuestra rutina en casa y en el trabajo.
Si en realidad queremos desconectar, seguramente no nos llegue con 3 días o 4 de descanso, con unos pocos días nuestro cuerpo descansará, pero nuestro cerebro necesita más días para entender que estamos en un momento de descanso. Por eso lo primero que necesitamos para desconectar es poder tener tiempo, de 7 a 15 días seguidos de media es lo que vamos a necesitar para desconectar de verdad.
Por supuesto si nos tomamos varios días, pero seguimos conectados a nuestro trabajo por medio de la oficina portátil que tenemos en nuestro teléfono móvil, nuestro sueño de desconexión seguramente se vea frustrado desde el primer día. Así que, será necesario tomar medidas como por ejemplo proponernos no revisar el correo electrónico o no es responder a determinadas llamadas. Pero claro, esto no siempre es posible así que puede ayudarnos intentar dejar el máximo de problemas resueltos antes de irnos de vacaciones, y, sobre todo, avisar que vamos a estar desconectados unos días. Podemos, por ejemplo, dejar un aviso automático en nuestro correo electrónico o en nuestro contestador para que sepan cuándo volveremos a estar disponibles y poder así despreocuparnos y no estar pendiente del teléfono o el email.
También será necesario que durante nuestras vacaciones le dediquemos un tiempo al descanso físico. Pero no se trata con esto de que tengamos que estar tumbados en una tumbona todo el día, si cuidamos nuestras horas de sueño podremos tener un buen descanso y podremos también disfrutar de actividades que requieran de mayor esfuerzo.
Hay que tener en cuenta que sí estamos pensando en desconectar lo que nos va a ayudar va a ser cambiar de aires, es decir, estar en otro entorno, en otro ambiente donde cada estímulo, incluso salir a tomar un café o comprar el pan sea algo diferente. Por supuesto, si hacemos actividades que nos gustan mucho como por ejemplo excursiones o asistir a algún festival de música, aunque supongan un gasto físico importante en muchos casos, nos servirá de desconexión y de descanso mental porque estaremos haciendo algo con lo que realmente disfrutamos y ese es el mayor descanso para nuestro cerebro.
Espero que estos consejos os ayuden a desconectar y a disfrutar de estos días de descanso.
